13 acciones que Fortalecen la Resiliencia Gerencial en las Pymes
La contingencia sanitaria por la COVID-19 ha tenido un fuerte impacto mundial, no solo en el ámbito de los negocios, sino en todos los quehaceres del ser humano.
Hemos sido testigos de cómo un sinnúmero de Pymes se han declarado en quiebra y/o han desaparecido del mercado por las condiciones que impusieron los gobiernos a las empresas durante la pandemia, así como al haber permitido que abrieran sus puertas únicamente aquellas que ofrecían productos y servicios esenciales, lo que llevó a que una gran cantidad de organizaciones tomaran múltiples decisiones de gran trascendencia que las llevó a generar cambios en aspectos clave como en su capital humano (en cuanto a su retiro temporal o a su despido, en la disminución de la jornada laboral, en la reducción del salario percibido, y/o en la inclusión y adaptación al trabajo a distancia o home office); en la venta de una parte o del total de la planta física; en la reorganización de su infraestructura; en la negociación con sus proveedores para las subsecuentes compras de materia prima; en la logística y distribución de sus productos; en la oferta de sus servicios mediante plataformas y redes sociales; y/o en la implementación de diversas formas para la entrega final del producto al cliente, con todas las medidas sanitarias obligatorias que aseguraran la sana distancia con los consumidores, entre otras decisiones importantes que tuvieron que tomar, con la consabida repercusión económica y la desestabilización en su entorno comercial y de negocios.
Ser resiliente y proactivo para enfrentar la postpandemia
Estamos transitando cada vez más y con pasos firmes a la fase de la “nueva normalidad”; esta ha representado innumerables cambios y ha repercutido en los directivos de las Pymes, comprometiéndolos no solo a ser mejores dirigentes, sino también a ser personas más comprensivas y más humanas, y aunque los niveles en la generación de empleo en el mundo van repuntando poco a poco, se observa una tendencia en la que se espera que superen de manera adecuada e inmediata las consecuencias que ha traído la pandemia a los negocios, y el consumidor les demanda actuar con tino y con pasos firmes, sin titubeos, para que “saquen el barco a flote” y sigan ofreciéndoles productos y servicios de calidad; pero es importante entender que esta es una tarea llena de incertidumbre y de cambios retadores que han afectado a una gran cantidad de dueños de empresas en sus ingresos económicos y estos han ido más allá, han impactado en su persona, en su emocionalidad y en su equilibrio personal y familiar.
Por lo anterior, como propietario responsable de un negocio y como Gerente, es importante que puedas determinar qué tan resiliente eres para impulsar a tu Pyme, reforzándola en el mercado y en el sector en el que se ubica.
La resiliencia hace referencia a la capacidad que tiene un individuo o un ser vivo para adaptarse a lo que la Real Academia de la Lengua denomina como un “agente perturbador”, o a un estado o situación adversa, y que en este caso se aplica al dueño de la Pyme para que logre reestablecerla lo mejor posible una vez que haya logrado controlar esta situación, permitiéndole sobrevivir, mantenerse en pie y salir adelante.
Las Pymes siguen innovando en las formas de actuar para permanecer vigentes, y cuando el Gerente tiene la capacidad de ser resiliente y reflexiona sobre cómo seguir atendiendo a sus clientes actuales y potenciales, busca diferentes estrategias que lo redirijan favorablemente a ellos, identificando y complementando lo que tradicionalmente ha venido realizando en su empresa.
Por ello y para retomar la estabilidad de tu Pyme en la fase de la nueva normalidad, te recomiendo las siguientes 13 acciones que como Gerente puedes implementar siendo resiliente para reforzar tu camino personal y empresarial, con miras a recuperar su posicionamiento y la preferencia del consumidor:
1. Hacer un plan a largo plazo para retomar el lugar que tu Pyme había tenido, basado en el desarrollo de la Matriz FODA como un análisis previo de sus fortalezas, debilidades, así como las oportunidades y amenazas que enfrenta, y además hacer un Análisis PESTEL, que consiste en realizar una revisión detallada de los aspectos externos que rodean actualmente a la empresa, tales como el ámbito político, económico, social, tecnológico, ecológico y legal, y que son las siglas de cada factor las que dan el nombre a dicho análisis.
2. Solicitar alguno de los diversos apoyos gubernamentales que se han fijado ante la nueva normalidad y a los que las Pymes puede acceder para su restablecimiento o reestructuración organizacional, mediante financiamiento, capacitación, e innovación, entre otros apoyos estratégicos.
3. Cambiar la estrategia de negociación con el cliente, es decir, diseñar nuevas estrategias comerciales para conservar a los consumidores actuales y atraer a los clientes potenciales, implementando promociones y descuentos que lo acerquen y lo mantengan con la empresa, promoviendo así la recompra.
4. Hacer innovaciones al producto y/o servicio que se ofrece, mejorando su presentación, tamaño o contenido, mostrando novedades permanentes al cliente.
5. Ofrecer horarios extendidos para la atención al cliente y promover el servicio a domicilio para que cuente con el producto y/o servicio sin inconvenientes.
6. Encuestar a los clientes actuales para conocer su opinión de los productos y/o servicios que son de su interés, de manera que continúen adquiriéndolos como estaban habituados a hacerlo.
7. Capacitarse fuertemente en la implementación y uso de redes sociales para fomentar el contacto con los clientes (Instagram y Facebook de inicio, y con las que se pueden realizar negocios); mejorar el uso y el contenido de una red social en particular, o ampliar el uso de redes sociales adicionales, optimizando su esquema de abordaje a los clientes, previo conocimiento de las bondades que ofrece cada red social, hasta que la empresa se adapte y brinde atención digital esmerada al cliente.
8. Pensar o repensar la posibilidad de digitalizar la empresa, con intención de fortalecer la comunicación con sus clientes actuales y potenciales, así como con sus proveedores y con el gobierno.
9. Renegociar con su capital humano nuevas condiciones de trabajo, horarios, y beneficios al personal si esto es posible, o permitir y adaptar el formato de teletrabajo o home office a la labor diaria.
10. Incrementar el salario emocional al personal, motivándolos y promoviendo en ellos lealtad a la empresa, reduciendo la incertidumbre y el temor a perder el empleo, por ejemplo, con productos o servicios de la misma empresa pero con un costo más bajo que el precio que se ofrece al mercado, otorgar medio día en el cumpleaños del colaborador, o hacer tardes de viernes de convivencia e integración, entre otros aspectos.
11. Buscar en las universidades el apoyo de estudiantes como Becarios, ya que están deseosos de adquirir experiencia de trabajo para aplicarla a su futuro laboral y que pueden apoyar a bajo costo en el trabajo de las Pymes.
12. Dirigir los esfuerzos de adaptación o cambio que haga la Pyme, sumándose con sus acciones al logro de alguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas en la Agenda 2030 para promover el desarrollo sostenible a nivel global. Sus métricas permiten evaluar el progreso como nación, la cuestión medio ambiental y la igualdad, contribuyendo con un granito de arena mediante decisiones y actuación directa de las Pymes en diversos aspectos tales como el cambio climático, la pobreza, el ámbito académico, los derechos humanos, y las desigualdades, entre otros aspectos; puedes consultar el siguiente link para conocer otros ejemplos de estas iniciativas en México, en https://mexico.un.org/es/take-action; y como ejemplo de los logros obtenidos en Estados Unidos, estos se pueden revisar en https://sdg.data.gov/es/ y los ODS en https://sdgs.un.org/es/goals, lo anterior con la intención de reconocer en términos de competitividad, cómo los esfuerzos nacionales de las Pymes impactan en los resultados de productividad y competitividad mundial, para crecer y desarrollarse con propósito.
13. Y finalmente, pero no menos importante, hacer vigilancia permanente de los cambios que se están presentando en el entorno para visualizar los riesgos e impactos relevantes para el negocio, designando en la Pyme a una persona responsable, o si se tiene la capacidad como empresa, conformando un grupo o departamento que establezca medidas o mecanismos que permitan identificarlos y afrontarlos de la mejor manera posible, por todas las consecuencias que hoy viven las organizaciones en la postpandemia y para los que hay que seguir preparándose.
Acércate a estas acciones, conócelas y toma aquellas que tengas a tu alcance implementar como directivo, ya que su propósito es fortalecer tu resiliencia y que confíes en ti mismo para llevar a tu Pyme a la estabilidad después del huracán que ha sido la pandemia, y una vez que la hayas estabilizado, des paso a la mejora continua y a su progreso en el mercado.
Autora:
Dra. en Desarrollo Humano Maria Guadalupe Moyano-Martinez
Docente Investigadora
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